dia4

Anoche soñé con ella. Pude sentir su vacío, su soledad y sus miedos. De pronto me desperté y quise volver al sueño. Me esforcé. No pude volver a dormir. Me concentré. Quería volver ahí, al mismo lugar donde había terminado el sueño. Quería que siga, quería ver qué pasaba. Imposible. Las sensaciones me quedaron instaladas en el cuerpo. En la boca del estómago, que se cerró; en el pecho, que me oprime; y en la cabeza, que me duele.
A ella ya no le duele. Creo. Ahora me duele a mí.
¿Por qué?
Era sólo un sueño.
Un maldito sueño tan real que no puedo dejar de sentir.